Blogia
La Cuadratura del Círculo

Sueño 118-B

Sueño 118-B Que calmada noche. El manto estelar esta durmiendo profundamente, e Iñigo Malgesto lo acompaña gustosamente. No es que el pobre Iñigo este allá fuera con ninguna otra cosa que resguardarse del clima mas que su propia piel. El es joven afortunado. No es ningún ricachon empedernido. Es un clasemediero nato.
Dentro de la casa viajamos al cuarto. Es una estancia cómoda y modesta. Evítese la entrada si es ostentoso.
Un ejercito de libros tiene la cama gemela de Iñigo conquistada. En este momento ni una mascota duerme ahí. A menos que la mascota sea sumamente intelectual y disfrute de la compañía de los libros, que a necesidad de uso , cualquier usuario es bien recibido para darles una ojeada. Pero hasta los libros son presuntuosos, habrá algunos que hagan alarde de la frecuencia que tienen “ He sido leído mas de dos veces por cada uno de los integrantes de esta familucha, mientras aquellos de allá , los mas empolvados ,no han sido abiertos en lustros”. Que se le va a hacer , si en esta país los pobres libros están mas olvidados que a los pobrecitos hijos de papi que secuestran para cobrar fuertes recompensas monetarias. Pero esa es otra historia que no tocaremos por el momento. En este instante lo que nos atañe es Iñigo que tan dormidito esta en su cama. Anda soñando con batallas épicas, rescatando princesas o derrocando a lideres políticos buscones de un “ nuevo orden mundial “ claro esta con el signo de dólares como máximo avatar.
La mansedumbre del lugar resulta algo perturbadora. El ir y venir de las aspas del ventilador es lo único que mueve a las sosiegas sabanas de la habitación. Un globo golpea incesantemente la pared, como si después de haber cometido una atrocidad se arrepintiera de sus acciones y pidiera clemencia al señor de los globos , o vaya usted a saber a que dios adoran o si son paganos , herejes, protestantes o metódicos.
Iñigo es abruptamente despertado por un presentimiento. Justo entre espadazos y estocadas oníricas , una voz en su cabeza le ha dicho “ despierta”.
Con una rápida ojeada , el lugar es minuciosamente escrutiñado por el joven que mas que despierto esta aun en compañía de Morfeo.
De súbito un presentimiento golpea a Iñigo. Alguien se encuentra fuera de su cuarto. Primero dudoso , luego temeroso, pone en uso a sus dos pies y camina circunspecto hacia la puerta. Justo antes de llegar, la presencia se amplifica. Por la rendijilla inferior de la puerta una luminiscencia se cuela a la habitación. La persona que esta afuera, sin duda alguna, se ha acercado y se encuentra al otro lado de la habitación. Iñigo escucha un jadeo continuo que viene de sus pulmones. Esta temblando. ¿Quién esta en medio de la noche a fuera de su cuarto con una luz de los mil demonios?. El jovenzuelo es impregnado por un olor muy peculiar. Primero no logra descifrarlo. Huele a metal, a oxidado. Luego huele a pintura, luego a liquido , luego a aire. Todos sus temores se han juntado. El olor es imaginación o es algo tangible. Él , ella , eso o simplemente es , sin lugar a duda ya le ha metido un buen susto. La presión sobre la puerta es evidente, Iñigo salta como gato sobre la superficie de madera, oponiendo resistencia a sea lo que sea que trata de entrar. La camisilla deshilachada y rota del Iñigo clasemediero esta tan empapada que una fogata bien pudiera ser calmada con ella.
El pobre mozuelo suda como un cerdo, aunque sea raro que hayan personas que les conste que los cerdos sudan. Pues de hecho si sudan ,y muy a su manera, justo como este Iñigo ahora esta inventando mil y un olores, según sus temores y muy a su manera. El cuadro de cristal recortado cae de la puerta cortando ligeramente uno de los pies descalzos de Iñigo Malgesto, que a su vez no sabe a que dios encomendarse. Las letanías no alcanzan a salir del cuarto. O tal ves sea simplemente que ya esta entrada la noche, y si los policías no trabajan a estas horas por que lo harían los dioses.
La puerta truena con cada centímetro que es ganado por el él , ella , eso , o simplemente es que de afuera quiere entrar a cualquier precio. Iñigo no tiene mas remedio que saltar entre cama y cama para encontrar guarida en el punto mas alejado de la entrada.
El pedazo de madera que formaba anteriormente la puerta de la habitación yace en el suelo, derrotado , con una cara de vergüenza ,propia de las fortificaciones que contra en enemigo cedieron.
Iñigo no se lo cree. Uno , dos , tres , siete , doce. Amarillo , rojo , azul.... Que me lleven los diablos , dice el asustado Iñigo, Pero que es eso.
Una armatoste de vidrios viene entrando por la puerta. Difícil para el que no la ha visto es explicarlo. Decenas de paneles cuadrangulares de vidrio forman una estructura que aparentemente es un robot. Y por que un robot, no lo sabemos , pero Iñigo eso piensa. Según el , eso es un robot. Que tan creíble va a ser esto para sus padres, lo desconocemos. De que infierno o de que Valle Del Silicón ha salido este engendro de chips, se preguntará Iñigo.
La maquina-vitro reduce metros hasta llegar a Iñigo. Entre la fuerte respiración y el paroxismo, el pobre Iñigo bambolea la cabeza. Ya hay manchones negros en su vista , anunciando que prontamente el conocimiento será perdido. O se va a ir a descansar por que esto nada mas no lo entiende. Justo antes de cerrar los ojos, Iñigo entre vidrio y vidrio alcanza a ver un letrero conocido que inscrito a un lado de la superficie transparente regala una frase burlona y bien conocida. Made in Taiwan.

0 comentarios