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La Cuadratura del Círculo

La fortaleza de madera

La fortaleza de madera Qué extraña escena describes y qué extraños prisioneros. Son iguales a nosotros
Platón, República. Libro VII.

Vamos caminando por la vía de la vida. Es polvorosa, estrecha, rodeada a ambos lados por naturaleza. Árboles y vegetación crecen a ambos lados de la línea de tierra. La penumbra posa sus capas sobre el camino. Más adelante se ve una luz. Es un pequeño claro que existe en el bosque. Lucio Bocaverde, circunspecto se acerca poco a poco al claro. No quiere ser sorprendido. Aquello es nuevo para él. El joven Lucio tendrá a la sumo dieciocho años. Créalo el lector o no, toda su vida ha estado dedicada a caminar. Por ahí dicen en el lenguaje de los animales que Lucio nació junto a un pequeño riachuelo de agua azul. Sus primeros pasos fueron atestiguados por ardillas y pájaros. A las ardillas, por respeto a la verdad , no les importaba ni un ardite la suerte que pudiera correr el joven mozo, sin embargo los búhos, por que aquellos pájaros eran eso, incesantemente invitaban al pequeñuelo de ojos glaucos a levantarse una vez más ,posterior de recibir el húmedo suelo con las posaderas.
La vida del aventurero Lucio hasta el momento ha sido bastante simple. Es un caminador nato. Nada mas dio los primeros pasos seguros después de muchas caídas, como ya dijimos, y emprendió el viaje de su vida. A veces los animales le hacían compañía , a falta de hombres o mujeres como él.
Alrededor de siete años duro su marcha. Cada vez que llegaba a un paraje nuevo, triunfalmente su barbilla alzabase, con aire de conquistador. De dónde saco esta maña Lucio, vaya Dios a saber. Tal ves es algo propio de los humanos eso de pavonearse a la primera muestra de una victoria personal.
Digamos que este pequeño conocedor de la naturaleza era un experto en conocer plantas y remedios naturales para curar, a falta de hospitales por esas tierras vírgenes, era menester resolver todos los problemas por mano propia.
Veníamos diciendo al comenzar esta historia que el caminador Lucio venia dudando del claro. Ya daba un paso adelante y su pierna posterior se clavaba en el suelo, como si oliera el peligro a la distancia. Y quien sabe, tal ves la pierna no estaba muy equivocada, vaya a saber alguien que es peligroso y que no, exceptuando los accidentes de naturaleza física, todo lo demás se deja al aire....
Apenas entro al claro y un bulto callo frente a él, a dos o tres palmos de distancia. Lucio dio un salto de los diablos., maldiciendo a diestra y siniestra una vez recuperado el aliento.
Ese frente a él era un hombre de vestimentas aristócratas. Si decimos siglo diecisiete no estaremos tan errados en cifras. Des pies a cabeza la vestimenta impoluta deslumbraba casi los ojos del joven viajero. El único detalle fuera de lo común era una mascara pálida con la que el hombre cubría el rostro. La faz hierática de la mascara le daba al caballero un aire superior. Como si aquella prenda lo concediera poderes especiales o incluso divinos.
Que fatigado y sucio te ves pequeño mocillo, - dijole el hombre dirigiéndole un rápido análisis minucioso al cuerpo de Lucio.- Mi nombre es Regio Fortuna y soy el dueño de este pequeño pero valioso espacio.
Mi nombre , si es que los animales no me han engañado es Lucio Bocaverde. Nací a muchos soles de aquí, junto a un río de nombre Presente.
Apenas habíale terminado de decir estas palabras al señor Fortuna cuando una voz irrumpió en el recinto arbolado.
Si alguien te ha conferido poder sobre los demás, que me maten a picos los cuervos.-pronuncio la nueva voz, finalizando con una leve carcajada, así como quien dice algo en serio, así como quien dice algo en broma.
Un nuevo personaje venia al encuentro de la pareja que erguíase al centro del claro.
Lucio Bocaverde pronto vio que mas personas venían a su encuentro. Unas cinco eran en total contando a su primer contacto.
Todos los personajes venían vestidos con el mismo atuendo. Parece ser la moda , pensara Lucio, solo para darse cuenta posteriormente que aquellas personas poco capacidad de elección tienen. Pronto recordara un rebaño de ovejas y las asociará con estos singulares personajes.
Pero no adelantemos hechos. Uno a uno las presentaciones no se ahorraron.
De izquierda a derecha; Regio Fortuna, Marta Fortuna, Patricio Fortuna, Prudencio Fortuna y Pancracio Fortuna.
A juzgar por los ropajes aquellas personas o bien pertenecían a una misma familia , o bien poco sentido de la individualidad conocían.
Después de el respeto y correspondiente saludo con cada uno , Lucio observo una pequeña choza de madera en la lejanía, casi a las afueras del claro.
No te molestes, no vale la pena visitarla , la inadaptación vive en esa casa. “ No encuentro justo vestir uniformemente , hablar todos al unísono , ni pensar todos lo mismo.” –repetía en son de burla Patricio Fortuna , ganándose la risa de sus compañeros.
Por que aquellos personajes , a diferencia de lo que Lucio pudo haber pensando , no eran familiares. Eran personas venidas de diferentes partes hace mucho tiempo, igual que Lucio, que encontraron un lugar para vivir y crearon una sociedad a escala. Aquel que esta despierto ira encontrando los paralelismos entre este filum humano y la sociedad propiamente dicha y desarrollada en la que muchos existen y solo un puñado vive.
Encontrábamosnos escuchando las criticas que le tiraban a la vieja cabaña. Más bien al habitante desconocido que vivía en ella. Una lluvia de saetas estaba cayendo sobre la humanidad de la pobre persona que allí habitaba. Por que es cierto, esa persona sí tenia humanidad y sí vivía, a diferencia de sus recelosos vecinos.
De oreja a oreja los Fontana paseabanse alrededor de Lucio.
“Es una desquiciada, loca como ella sola.”
“A quien se le ocurre no seguir las reglas”
“ Es radical, no se apega a nuestra forma de vestir , ni de comer ni de querer.”
Y así como estas palabras , muchas mas fueron pronunciadas contra la desconocida habitante a lo largo de la tarde. Lucio ya estaba bastante mareado. Los Fortuna habianse retirado y rodeado una fogata mas allá del centro, mas bien a las afueras del claro.
Los temas superfluos estaban a la orden del día. “ ¿Qué me pondré mañana para visitar al lechón?, decía Marta Fortuna nerviosamente mordisqueando las uñas , bastante discreta por cierto , por que aquello “ no era propio de una dama”, mientras dirigía miradas de auxilio a sus compañeros.
Ese puerco no merece vuestro respeto.- contestaba Pancracio mientras el fuego era nuevamente atisbado. Uno de estos días , el infeliz encontrara una estocada en su regordeta panza. ¿Qué es eso de flirtear con mi futura dama.?
Lucio que ya se acercaba un poco a la reunión , atrajo la atención de mas de uno de los presentes. Al sentarse junto a Pancracio un susurro llego hasta sus oídos.
“Que mujer mas loca. Odiole, pero que se le va a hacer. Tengo que casarme con ella. Las reglas son las reglas. Mira que bastante disgusto tengo por ella. Que esto quede entre nosotros , ¿vale?. Sus padres son de familia acomodada. Comparten lazos de amistad desde antaño a mi nacimiento, con mis viejos. Dicen las malas lenguas por ahí que su situación económica últimamente no anda por los cielos que digamos, así que mas válele entrar en cintura, o ¡hay de su apellido!.
Lucio esbozo una mueca. Aquello que sentía era una trémula sonrisa. Sin embargo sus ojos reflejaban una desaprobación total. Bastante cansado y aburrido andaba de aquellas peleas y conversaciones infértiles.
Suspirando al cielo, recordó la vieja cabaña y puso paso hacia ella.
Los Fortuna estaban tan ensimismados y enfrascados en sus cosas , que Lucio paso desapercibido al retirarse de la reunión.
La querella y los gritos se extinguieron al escucharse el rechinante sonido de una puerta de madera a la lejanía.
Los rostros congelados de los presentes no hicieronse esperar.

El ambiente era bastante acogedor. A diferencia del exterior ahí había toda clase de pinturas y retratos de personas desconocidas para Lucio. Al fondo una mujer se encontraba pintando un cuadro de paisajes llenos de flores.
“He dicho que no me interesa ninguno de sus caballo , por mas buen diente que tenga”
La joven mujer volteose hacia Lucio regalándole una sonrisa que dejaba entre ver unos dientes tan blancos como la luna.
¿Quién eres joven viajero?” pregunto la dama amistosamente.
Mi nombre Lucio y soy de tierras distantes. ¿Quién es usted?
“ Soy Carlota Nuevaesperanza. Este es mi hogar. Más que hogar digo que es mi fortaleza y mi refugio contra los animales del exterior. Y no me refiero por animales a los pájaros ni criaturas rastreras. Me refiero a aquellos Fortuna que no dejan de propinarme insultos.
Que se le va a hacer. Solo viven para ver lo que hace la demás gente. Nos quedamos cortos si digo que soy una hereje para ellos. Si Satanás hubiera visitado algún día estos parajes, seguramente descendiente seria yo de su estirpe. Es una suerte que estés aquí. Es increíble lo desperdiciados que están esos hombres. Cada uno es lobo, apenas y se descuida alguno y es alimento. Casi que es así. ¡No!, pobres lobos no merecen ser relacionados con tan bajo intelecto.
Inteligencia y belleza , rara coincidencia, piensa Lucio mientras amablemente asiente con la cabeza dibujando una sonrisa en su rostro.
Tu tienes bastante cordura Carlota.
Y agradezco , a quién sea que tenga que hacerlo, que sea así- respondiendo con un ademán la bella muchacha-. Sus modas son tan horribles que cada seis meses tienen que cambiarlas. Que vida mas pasajera llevan. Les importa un ardite vivir. Creen que sus opulentas cenas de gala y sus caballos pura sangre les dan poder sobre los demás mortales. Y quien piense que lo material es primero , bastante errado andará por el camino del buen vivir. El que no mantenga balance...!Hay de él cuando suenen las trompetas y los cantos se entonen.!
Cierto cada quien cosechara lo que siembre-dice Lucio-. Yo agradeceré a los búhos que consejos sabios regalaron. No era rara la vez que estuviera leyendo mientras las jóvenes tortugas encontraranse en sus ritos de apareamiento. Espero que si vuestra persona lo encuentra adecuado pueda pasar la noche en tu recinto, pues mas acogedor para mi alma lo encuentro que aquel que se enfría fuera, y no es a falta de calor natural , si no a falta de calor humano.
Eres bienvenido, cualquier persona de tu calidad lo es. Sépase que los de nuestra calaña se reconocen fácilmente. El amigo extiende la mana al amigo. Pasa y encuentra lugar adecuado para dormitar esta noche. Duerme joven viajero, tu viaje largo fue. Al encontrarnos unidos por fin , resguardándonos de un futuro tan ruin. ,tu dicha grande fue. Finalizo Carlota Nuevaesperanza, mientras su brazo calido y cariñoso posabase en el hombro de Lucio.
La débil luz de la estancia comenzaba a extinguirse a merced de las altas horas de la noche. Dos personas -Lucio por ser invitado ,en la cama principal, Carlota por ser educada en el sillón- en el interior de la choza dormían profundamente . Lo mas importante del asunto; sus mentes soñaban con lugares y situaciones inalcanzable para aquellos ciegos enmascarados.
A fuera, una decena de personas habianse reunido. Entre murmullos y vistas circunspectas un sonido se alzo entre los demás.
“Solo eso faltabale a la dama. Tener por amante a un viajero.” Y entre murmullo y murmullo la comitiva alejándose fue poco a poco, perdiéndose en la oscuridad del bosque.

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1 comentario

Maya -

El ser humano es libre por naturaleza. el ser humano es viajero por escencia. Se ata a las riquezas materiales, banales y fugaces por miedo, Inventa cadenas y máscaras por temor.El ser humano se enjaula a si mismo, presa del terror a enfrentarse con aquel que llegue a ver en un espejo, de saber su verdadera condición mortal y frágil. Que lástima que mate poco a poco aquella parte de si mismo que no tiene atadas las manos ni los pies a la tierra, que corte las alas que le permiten volar. Que pena que día a día, entre la rutina y el conformismo, mate al espíritu. Un beso