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La Cuadratura del Círculo

Contando mis sueños...

La salvacion en las murallas de Kale y el duo plumifero.


Camina Genaro Buendía entre la masa de gente. Mas que propiamente caminar, podemos aventurarnos a decir que se encuentra fraguando una pequeña lucha individual contra cada uno de esos inmigrantes. Cada metro ganada reclama gotas de sudor. La pregunta inmediata es pensar de donde ha salido tanto extranjero. Esto parece un mercado, o algo por ahí no muy lejano. Lo que me extraña es que haya tanto forajido. Pareciera que alguien ha envenenado un agujero y estas que veo no son otras que las furiosas hormigas, piensa Genaro. Por diestra y siniestra se encuentra gente , pero lo mas perturbador del asunto para Buendía, es observar los canales de agua inexistentes preteritamenente, que pasan junto a la frontera de mármol que separa lo pisable de lo hundible. Por supuesto que hablo del mar.

Allá abajo, agachando la cabeza , Genaro escucha murmullos. A pero que diablillos. Son adoquines que confundiendo a Genaro con un extranjero le propinan una sarta de insultos. El pobre Buendía no merece tal cosa. El no es de los tantos morbosos que ha llegado. El es lugareño, ha vivido toda su vida en esta ciudad y apenas y se da cuenta de semejantes actos. De un día para otro , canales de agua nacen y monumentos antiguos crecen. Este mundo es de locos. Para evitar resentimientos , mejor dejémoslo en que este mundo es demasiado veloz para gente sencilla como Genaro.

Me quede rezagado señor, perdóneme. No te preocupes Horacio , te voy a comer. Y no es propiamente la cháchara de un empleado con su patrón, o tal ves si , si establecemos que el tiempo es el jefe de todos. Por mas rico que séase nadie le gana al tiempo. Por ahí dicen que el tiempo le teme a las pirámides pero esa es otra historia.

Veníamos diciendo que el buen Genaro después de librarse de los agresivos adoquines, viene acercándose a la monumental estructura que si decimos que tiene mas de mil años nos veríamos cortos. Esta Buentiempo ensimismado en sus cosas frente a la muralla de barro, cuando un par de aves llama su atención.

Tu. Pareces tener una pizca de cordura.

¿Por que hay tanta gente?. ¿Que es aquello que ofrecen allí dentro?

Ofrecemos mas de lo que te imaginas. Ves a esa horda de visitantes. Te aseguro que si te quedas mas tiempo fuera serás platillo. Y no de mesa. Pero de alguna manera te van a acabar. Se mueven de lugar en lugar y terminan con todo a su paso. Ya se sabe que esto es natural en el hombre , pero últimamente el tiempo nos ha mandado cada espécimen de tu estirpe, que mas vale tener las cosas empacadas. El mundo ya no esta en condiciones para aguantar a otro dictador con delirios de grandeza , ni a presidentes iluminados por el señor que organicen guerras en un santiamén. ¿Ves esa línea que esta formada en la entrada norte?. Es la mas peligrosa, pues esta formada por aquella gente que solo vive y respira según lo establecidos por las “ reglas de la sociedad” o “ reglas de lo correcto o incorrecto” o mas acorde a nosotros “ reglas de control de masas”. Me refiero a esa que hace todo lo que se le dice. Se peina como se le dice. Se viste como se le dice. Ama como se le dice. Se enamora de las personas que se le dicen. Esa como te dijimos es la peor por el simple hecho de no aportar nada nuevo. Es una masa animalesca que seguramente no sabrá aprovechar lo que hay aquí dentro. Esta bien que el señor es el pastor, pero seguramente nos ausentamos cuando se dicto que después de su muerte la gente debía de comportarse por los siglos de los siglos, saecula saecolorum, como un rebaño de animales sin pensamiento.

Entonces aves, dentro de este recinto de leones salientes, puedo encontrar algo mas interesante que lo que se ofrece aquí fuera?

Eso depende del tipo de persona que seas. El mundo esta formado por una gran cantidad de personas que se dejan llevar por la corriente y lastimosamente por solo un pequeño puñado de personas libres que trascienden barreras. Nos referimos por estas ultimas a aquellas personas con un espíritu o llámalo como quieras abierto. Su mente, créanlo los eruditos o no esta íntimamente ligada a eso que vulgarmente se le llama espíritu.

¿Cómo se diferencian estas personas de el resto? Pregunta Genaro.

Difícil para el ojo inexperto. Para un par de palomos como nosotros , tan viejos como la tierra misma , aunque esta lo niegue por orgullo , los ojos principalmente son el mapa que nos dice que tan experimentada esta la persona. Y no tanto en cuestiones practicas. Una persona se puede llamar a si misma experimentada y de mundo y estar en pañales para nosotros. Hay por el otro lado personas que dedican su vida a la meditación y entendimiento del mundo y resultar ser mucho mas interesantes y desarrolladas que aquellas que gastan sus días en cuestiones banales como todas las cosas que ya sabemos y que por respeto a la palabra evitaremos mencionar, pues seria devaluar mucho mas el uso del habla.

Esa fila mas cercana , que hay de la gente ahí. No parece ser gente tan distante como la de la entrada norte que no deja de gritar y hacer su circo y teatro., dice Buendía.

Ciertamente esa gente de ahí tiene cierto parecido a la que es digna de entrar. Su mente es considerablemente avanzada. Su sed de conocimiento es grande. Sin embargo se perdieron en cosas terrenales. Su vida por decirlo así , esta en parte enfocada a lo que buscamos y en parte a lo material. Como nosotros los palomos aborrecemos la mediocridad esa gente ha sido excluida tan fuertemente como aquella del norte que no encontrara nunca entrada.

No comprendo que es eso que nos diferencia , aparte de los ojos , a mi y a estos junto a mi , de los demás., Genaro de nuevo.

Incluso para ustedes es difícil darse cuenta de que son diferentes. En el que sea de sus ámbitos ustedes son personas sobresalientes. Son cuidadosas. Tienen un alto sentido del tacto, así como un conocimiento de lo que los rodea. El trillar de un ave les roba una sonrisa y el atardecer melancólico una lagrima. Se puede decir sin miedo a equivocarnos que ustedes tienen una conexión privilegiada con la naturaleza. Disfrutan de observar los cielos, inquisitivos como ustedes solos, moldeando mil dudas en su infinita mente. Esa es la clase de gente que buscamos. Gente conciente. Veras, el ave mayor nos ha dicho que las cosas se ven negras para la gente que sigue con su rutina de existencia y no de vida. Por que el que confunda ambas cosas ,que poca humanidad tiene. Existir lo hacen las piedras. Si a el hombre le fue otorgada la razón , fue para hacer uso de ella. Y es por eso amigo mío, que esta vez nos toca a nosotros. Si una vez un tal Noe se apiado de nosotros salvándonos, ahora , es nuestro turno regresarles el favor. Y no es que nos metamos en cosas de religión, pero siendo ésta del conocimiento común , se puede hacer uso.

Genaro Buentiempo se mantuvo parlando con las extrañas e inusuales aves. De ves en cuando repasaba con la mirada los rostros de las líneas interminables de “existenciales” que componían las filas que invisiblemente llegaban hasta el horizonte. Ahí va un político , ahí va un deportista , ahí va un comediante, pues el que pensaba que los comediantes estaban exentos bastante equivocado andaba.

Matemático , Químico, Doctor, Abogado. Es la misma cosa pero revuelta como ya se dijo al inicio. Nada diferente. Son mascaras. Esta es la mascara del abogada, de traje y portafolio, o amenos así lo quieren hacer creer. El doctor ahí viene con su estetoscopio. Sabe dios de donde sacan los nombres. Ahí viene el Matemático , sin nada que se le pueda atribuir , por que a bien saber ,el matemático no tiene nada tangible con lo que se le pueda relacionar. En cambio nadie dice ahí viene el pensador. Ahí viene el de ideas revolucionarias. Mira, ahí viene dándole vuelta a la esquina ese que pasa tantas noches de desvelo observando el firmamento. Por que el mundo se ha hecho así. Que se le va a hacer.

Dicen que nosotros hacemos el mundo. El mundo se hace por aquellos que son mayoría. Claro esta que si un montón de animales intelectuales con sentido común , que ni tan común es el sentido, es el que domina esta esfera como no nos vamos a ver viviendo en un mundo tan deplorable como este , en el que se gastan millones en armas mientras millones mueren de hambre.

Estaba Buendía conversando con sus iguales recargado en un poste, que generosamente para darle crédito, diremos que acepto gustosamente la espalda de Genaro, cuando atisbo a la lejanía cercana, y es lejanía por que mucha gente obstruía el paso y el cercana por que a lo sumo habría de distancia diez metros, una humilde abertura en la pared cubierta con ramajes y troncos. Bastante humilde. Lo suficientemente humilde como para que los seleccionados dieranse cuenta de que esa era la entrada , y lo suficientemente humilde como para que las filas aledañas pasaran aquel hoyo por alto, pues ¿Cómo podría ser la entrada a la salvación otra que la de el portón de columnas de oro dóricas y leones con bestias empotradas?

Entra el selecto pelotón por los ramajes. Genaro Buendía como buen líder en ese momento otorgo el paso. En parte por satisfacción personal. En parte por que sus ojos húmedos observaban a los últimos de su especie. A lo lejos en la línea horizontal una mancha blanca borra todo a su paso. El inicio del fin. Esta vez no hay fuego del cielo. Rocas no caen. Aguas no inundan. Gente no mata. Se puede decir que es un regalo semejante al que dan los padres a los hijos malcriados. Algo así como una forma de consolación y de decirles; te has portado mal , pero por ser mi hijo el dolor será menor. No se escucharon trompetas ni hosannas en los cielos. Los siete ángeles no hicieronse presentes. El céfiro proveniente del mar trae consigo un olor a “esto se acaba por que se acaba”. Genaro Buendía da una ultima ojeada mientras hace uso de la entrada. Justamente antes de que el agujero cerrasese por completo, una curva invertida se dibujo en la boca del humilde Buendía. Su olfato con los últimos aires provenientes del exterior ha captado un olor que recordara por lo que resta de su vida. Un olor que ha sido olido por innumerable cantidad de hombres. Un olor que ha sido recordado por esos que después de pasar una negra noche, se ponen de pie y dicen a los cuatro vientos; no mas!. Un olor humano. Un olor a esperanza

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